lunes, marzo 20, 2006

dia doce

Sabes Padre, muchos noches he soñado contigo.

He soñado que somos amigos, he soñado que puedo confiarte mi corazón, que peudo abrazarte y sentirme protegido, y comprendido.

Sabes papá ? la otra noche soñe que íbamos a jugar, que pedaleábamos juntos.

Soñé que me decías "hijo, te quiero mucho" . . .

y sabes papá ? todas esas mañanas me sentí reconfortado, hasta que te recordé, y re-descubrí dolorosamente que en realidad nunca has estado para mí, salvo un par de veces cuando enfermé de pequeño.

Y toda esa rabia, ese odio, ese sentimiento de que me usaste . . . todo eso, sabes en que se ha convertido ? se ha convertido en la tristeza mas grande que llevo en mi corazón.

Me da mucha tristeza recordarte, ver como aquél día en que te apoyé ciegamente por última vez, tu lo único que hiciste fue soltar unas lágrimas baratas, y hacerte "el macho", el fuerte, lleno de orgullo, hinchado de ínfulas de "macho recio", que nunca fuiste papá.

No saliste solo de ese hoyo en que estuviste 1 semana, es más, ni siquiera hubieses podido salir sin nuestra ayuda, sin la ayuda cque cobardemente pediste, y que luego con un escupo en la cara nos agradeciste.

No puedo decirte que te odio, porque no es cierto.

Solo puedo decirte que estoy profundamente triste, porque me ilusionaste con ser un papá para mí . . .
. . . pero solo tuviste tiempo para ser un eterno adolescente